El pasado viernes 8 de septiembre, Marruecos experimentó un potente terremoto que impactó profundamente a todo el país, con una resonancia especial en las aldeas más aisladas de la región del Hawz, donde muchas viviendas fueron reducidas a ruinas. En tiempos de adversidad como este, es imperativo que nos solidaricemos como comunidad y ofrezcamos un soporte duradero a nuestros hermanos y hermanas en Marruecos que ahora enfrentan el colosal desafío de reconstruir sus vidas y hogares.